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EL PERFIL PROFETICO DE JESUS Y SU COMUNIDAD 197 judía 15 • «En la idea de la extinción del Espíritu se expresa la con– ciencia de la lejanía de, Dios en el presente. Un tiempo sin Espíritu es un tiempo bajo de juicio. Dios calla. Tan solo en el tiempo final terminará la época calamitosa de la retirada de la salvación, y el Espíritu retornará. Hay innumerables testimonios de lo mucho que se suspiraba por la venida del Espíritu)) 16 • Y aquí está justamente el segundo aspecto : la recuperación de la profecía por Jesús no sólo encierra para el religioso judío In pretensión de reanudar la línea de lo profético interrumpido, sino que pretende una adecuación entre el Espíritu y la historia, entre lo puro de Dios y lo rechazable del hombre. Esta mezcla de lo santo y de lo contingente es inadmisible para el hombre re– ligioso que tiende a separar ambas realidades, mientras que el Mensaje tiende a integrar, aunque sin confundir. Ahí se halla justamente el «misterio)) de la salvación de Dios, su irrupción en la historia 17 • Es por esto, como lo diremos en su momento, que el profe– tismo de Jesús, aun inscribiéndose en la línea del viejo profetismo de Israel, es, cualitativamente distinto, con, pretensiones de defini– tividad 18 , Con Jesús no sólo se recupera el profetismo sino que la historia entra en la dinámica misma del Espíritu de Dios, en un proceso de relación que culminará en la total identificación. 2. JESUS PROFETA DEL PADRE El elemento místico de Jesús le ha llevado a ejercer en favor nuestro, como parte del D,1ecanismo s.alvífico, un desvelamiento de la realidad de Dios cumpliendo así la tarea profética de su me• diación, definitiva en este caso, para la historia y el cosmos. Va• :tnos a sugerir unos cuantos aspectos de la profecía de Jesús sobre el Padre en favor del hombre. 15 Toseíta, Sota 13,2. 18 J. !EREMIAS, op. cit., p. 104. 17 En esta línea podría ser considerado el texto de Le 4, 14-30. Ver también a este respecto: P. TtLLICH, La dimensión perdida, Bilbao 1970, pp. 79-97. 1 ª Cf. E. GALLEGO, art. cit., p. 219.

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