BCCCAP00000000000000000001119

EL PERFIL PROFET1CO DE JESUS Y SU COMUNIDAD 203 en conjunto y en cada una de sus perícopas, a provocar una eocpé• riencia de impotencia ante la idea del re! Í.no que Jesús plantea en la radicalización de la antigua Ley. Esa impotencia solamente puede ser superada por la eficaz ayuda de Dios que, con su g;t'.acia 34 , con, su mecanismo salvífico, hará que el seguidor de Jesús, crea más allá de sus propias posihilidades. Sólo así es posible dar con ,· la nueva justicia que Jesús postula para los ciudadanos del reino. Todo ello implica una nueva visión de la relación con el hombre en la que no cuenta su origen o posición social sino su actitud ante el reino 35 y una visión nueva de urn Dios tras los pasos del hombre, en un servicio y búsqueda apasionada en favor de la historia humana 38 • Jesús, con su mensaje y su estilo de vida, se constituye en ánimo y modelo de identificación del .estilo del nuevo ciudadano del reino de la justicia. Sien.do él justo hasta el fondo profetizó sobre la nueva justicia colmando así sobradamente el vacío que la vieja economía dejó en este asunto 37 • ·. g) Profeta de un Dios sufriente El Dios de Jesús, no es, como la idea que de él tienen los grie– gos, un Dios impasible, aristócrata, sublime y lejano, un Dios que sabe todo de antemano sin depender pa.ra nada de nosotros, 38 • Al contrario, es un Dios cercano y vivo ; del todo interesado en los procesos históricos, parte d.e ellos 39 • Por eso quizá haya que su• plantar la vieja idea de que ante el sufrimiento «Dios puede, pero no quiere)) por esta otra: «Dios quiere, pero no puedeJJ. No es que se cuestione la omnipotencia de Dios como atributo a se d.e la di– vinidad, sino que, el Dios, de Jesús paga tributo a la historia y ese tributo se paga en moneda de finitud, de imperfección. Por eso, «su obra», el mundo, es imperfecto. Lo chocante en eoctremo no es que Dios «no puedaJJ sino ese sostener nuestra historia, a pesar 34 Cf. D. BoNHOEFFER, El precio de la gracia. '35 Cf. Mt 21;32. 35 Cf. Le 15,4-7. 37 Cf. Is 5,7. 38 J. M. ZuNZUNEGUI, op. cit., pp. 17-18. 99 !bid., p. 18.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz