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418 FIDEL AIZPURÚA DONAZAR Esta certeza de lo pleno entendido como espera próxima afec– ta a los más elementales procesos históricos: se puede llevar, ya desde ahora, una vida con sentido no siendo víctima de la mera li– mitación histórica. Es decir, la salida plena del final es ahora sali– da en la historia: «Os permiten escapar de la corrupción que el egoísmo causa en el mundo y participar de la naturaleza de Dios» (Apophugontes tés en tó kosmó en epithumia phthoras: 1,4). Superar el egoísmo y la superficialidad es condición necesaria para enten– der la venida como espera próxima. Y, además, se abre la puerta para participar de la naturaleza divina en la línea del obrar de Dios, en la línea de la justicia 30 . Toda la realidad histórica queda así transformada. Con una serie de argumentos de raíz bíblica afronta el autor la pregunta por el retraso del Señor de modo directo. El primero de esos argumentos es la diferente manera de valorar el tiempo que tiene Dios. Para él «un día es como mil años y mil años como un día» (Hoti mía hémera para kurió ós khilia eté hós hémera mia: 3,8). El argumento era conocido en los Salmos cuando éstos hablan de la brevedad de la vida 31 • Quizá se esté queriendo insi– nuar esa manera distinta que el creyente ha de tener de medir el tiempo, no sólo por la mera cronología, sino también por esa di– mensión profunda que entiende el tiempo como elemento «mani– pulable» de cara a la venida del Reino. El segundo argumento es el de la paciencia de Dios. También es conocido. En el libro de la Sa– biduría, libro escrito de cara a los paganos, se dice que Dios pudo haber destruido a los peores enemigos de Israel, los egipcios y los cananeos, pero no lo hizo porque se compadece todos y no odia nada de lo que ha hecho. Con su paciencia les dio ocasión de con– vertirse32. Dice 2 Pe que Dios tiene «paciencia con vosotros» (Alla makrothumei eis humas: 3,9). No solamente con quienes deforman el final y sostienen que ya se ha dado la resurrección, sino que su Jo Viene a ser como el argumento de la «semejanza» de 1 Jn 3,2. Ji Sal 89,4. 32 Cf Sab 12,10.12. «Actuando así nos enseñaste que el justo debe ser huma– no»: Sab 12,19.

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