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LA ESPERA PRÓXIMA (2 Pe) 415 ciones de quienes se sienten atraídos por ese grupo de «falsos pro– fetas»: «Sabe el Señor sacar a los piadosos de la prueba, a los cul– pables en cambio sabe irlos castigando, guardándolos para el día del juicio» ( Oiden kurios eusebeis ek peirasmou ruesthai, adikous de eis hémeran kriseós kolazomenous térein: 2,9) 24 • Traslada el autor el juicio a épocas extrahistóricas, con lo que denota, por un lado, su debilidad argumental, por otro, su indudable percepción de una si– tuación de crisis. Su negativismo pasa a otro nivel, al del insulto. En 2,11-22, y dejándose llevar por el terrible tono del predicador moralizante, al gusto de la época, desgrana una serie de insultos contra esos sece– sionistas: Maldicientes, animales, inmorales, habladores vacíos, es– clavizadores, perros, cerdos ... Toda una serie de lindezas que no hacen sino mostrar su debilidad argumental, ya que por mucho al– zar la voz y denostar al otro no se tiene más razón 25 . Muestra el autor su enorme desasosiego y, con él, su incapacidad para un diá– logo contractivo, para una superación humana y creyente del con– flicto. Rebosa de experiencia religiosa, pero flaquea su humani– dad. Quizá eso pueda dar razón de este tono, lo que plantea la cuestión de la razón de la inclusión en el Canon de textos como éste. Si no fuera por la tercera parte de la carta, nuclear y central, con el tema de la espera del día del Señor, habría que poner serios interrogantes a un texto como éste. En ese sentido hay que decir que la evidencia de la necesidad de un planteamiento ético hará de contrapeso a la misma escatología del autor, a veces marcada por un cierto extrahistoricismo. 24 Estamos lejos de los modernos paradigmas de Dios que lo consideran esen– cialmente bueno y que se duele de nuestro mal, quedando la misma injusticia histórica envuelta en esa mirada de amor: Cf A. T. QUEIRUGA, Recuperar la creación, Santander 1997, 89ss y 224ss. 25 La gran pregunta (que también se puede hacer a 1 Jn) sería: ¿Cómo es que la comunidad no ha logrado encauzar a esas personas? ¿Qué ha fallado para que del mismo seno de la comunidad surja la desviación?