BCCCAP00000000000000000001117
UN HOGAR PARA CURAR DESAMPAROS (1 Pe) 399 blamos de reciprocidad estamos apelando a instancias de los profundo de la persona, de su visión del corazón del otro, más que de correcta imbricación de derechos y deberes 48 • 4) Una ciudadanía que se educa: 1 Pe habla de pertenencia ciuda– dana y, de alguna manera, propone que esas actitudes se «eduquen» en el seno de la comunidad ya que ésta es instancia de transmisión de esa clase de valores. Más allá cualquier polémica coyuntural, habrá que decir que la comunidad social está obligada, por razón de humanidad, a educar a sus ciuda– danos en los valores que vayan haciendo reales los objetivos de la dignidad, la justicia y la igualdad. Esta obligación edu– cativa no puede ser obviada. Otra cosa serán los modos más efectivos para cumplir ese cometido. Por eso mismo la comu– nidad cristiana no podrá invocar ninguna clase de impedi– mentos, ni siquiera morales o religiosos, para torpedear la ac– ción educativa ciudadana. Otra cosa es que mantenga su de– recho, inalienable como el de toda persona, a articular en esa formación básica sus planteamientos concretos que, en ningún caso, habría de conculcar la educación ciudadana glo– bal sino, más bien, tendrían que enriquecerla y potenciarla. Por lo que si hay algún conflicto es de suponer que, por una u otra parte, están obrando intereses espurios que nada tienen que ver con el logro de la ciudadanía 49 • 48 Hay quien puede pensar que la asunción de la diversidad cultural lleva al relativismo moral. Es posible que así sea, pero puede ser un relativismo que habla más de flexibilidad y de acogida que de disolución de valores. 49 «No apostar por las posibilidades que ofrece este nuevo marco normativo o limitarse a impartir de manera inductiva los contenidos mínimos a los que se está obligado por ley puede tener como resultado, en el mejor de los casos, crear "ciu– dadanos y ciudadanas" que conozcan sus derechos y deberes sin que necesaria– mente los ejerzan. Construir un modelo de Educación para la Ciudadanía, en el que la comunidad escolar se implique y que aborde problemas globales, un mode– lo basado en la deducción y la participación, contribuirá a crear ciudadanos y ciudadanas globales; alumnos y alumnas que sean personas y que contribuyan a la transformación de los aspectos injustos de la sociedad»: A. ARPA, Educar para ser ciudadanos o para ser personas: El País, 8-10-2007.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz