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386 FIDEL AIZPURÚA DONAZAR que llevar a una vida confiada y esperanzada, a pesar de cualquier dificultad. Ahí se prueba la madurez y adultez real de la fe 15 • En el pequeño midrás de 3,18-22 el autor trata de animar al seguidor/a usando el lenguaje mítico que describe la victoria de Je– sús sobre la muerte y las consecuencias sobre la vida del cristiano: su bautismo le ha de llevar a un estilo de vida nuevo, no a un mero acto de limpieza: «No al hecho de quitarse una suciedad corporal, sino al compromiso con Dios de una conciencia honrada» ( Ou sar– kos apothesis rupou alfa suneidéseós agathés eperótéma eis theon: 3,21). Es decir, la extranjería, incluso la persecución, no solamente no eximen de una calidad moral de vida, sino que habrían de sus– citarla todavía más. Es así cuando se verá qué es lo que realmente significa el bautismo de Jesús que más que un rito religioso es un compromiso de honestidad y justicia con la vida. Todo este planteamiento ha de tener el rostro de lo histórico 16 que no es otro que una vida moral en coherencia y rectitud: «Uno que ha sufrido en la carne, ha roto con el pecado» (Ha pathóm sar– ki pepautai hamartias: 4, 1).Los paganos pueden ridiculizar a estos extranjeros que se apoyan en los valores de la vida y Mensaje de Jesús creyendo que de nada sirve afrontar las dificultades de la vida con humanidad, si al fin y al cabo lo que cuenta es comer y holgar. Pero el creyente mantiene una certeza: se puede vivir ya desde ahora en modos «espirituales», en la línea del Espíritu de Dios que hace más humana la existencia 17 • Eso puede colmar de satisfacción el caminar histórico de la persona. Ahí halla la comu– nidad el sentido de su fe y de ahí brotará la fuerza para desplegar estrategias de amparo. 15 Esto es lo que los autores místicos denominan como «espacio interior»: la capacidad para encajar las dificultades de la vida y sus alegrías con hondura, de tal manera que la adhesión a Jesús no merme, sino que se afiance. 16 Preocupación visibilizadora que también vemos en 1 Jn. 17 Cierto que la catequesis de 4,1-6 maneja los temas tópicos de la época: el juicio futuro, el castigo en la otra vida, etc. Pero también hay un ineludible sus– trato histórico que es preciso desvelar.