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ABRAZAR EL FUTURO CON ESPERANZA 247 afirman algunos. Las muestras de cariño reconfortaban a los re– ligiosos/as en su vida y en su labor. Este aprecio manifiesto ha bajado puntos y es sustituido por una cierta extrañeza, una cívi– ca tolerancia cuando no una clara animadversión. 8. Desde el punto de vista político, la VR entendida como sistema, salvo excepciones, se alió, tras la dura represión de la guerra ci– vil, con la dictadura imperante. Esto le está suponiendo pagar un precio de cara al futuro que todavía no ha liquidado y, más aún, cuando una parte notable de la VR española se sitúa en parámetros políticos que, de alguna forma, son los herederos o los derivados políticos evolucionados de aquella mentalidad. Pretender hablar de futuro con este peso sin aclarar nos parece muy complicado. 2. ¿Cómo afrontar los cambios sin morir en el intento? 1. Los cambios generales de la sociedad han sido estos: cambio del capitalismo con la irrupción del mundo financiero. Cambio del mundo del trabajo con la reducción de mano de obra, descapi– talización y deslocalización. Cambio en el modelo social con el modelo patriarcal por los aires. Cambio en la concepción de lo ecológico como cuenta atrás. Cambio del modelo cosmológico que desplaza a un no-lugar el pensamiento teológico 14 • 2. Pero para la VR el gran cambio es, como para el resto de la vida cristiana, el tsunami de la secularidad que se está llevando por delante las certezas en que se basaba la anterior sociedad. ¿Cómo sobrevivir a tal tsunami? ¿Cómo situarse en una época posaxial? ¿Cómo caer en la cuenta de que el sistema religiosos que hemos vivido está asentado en modelos de sociedad agraria por mucho que haya irrumpido la industria, la posindustria y las nuevas tecnologías en ella? No será posible sin una «muerte» al 14 Nos referimos a planteamientos como el de D. O'MURCHu, Teología cuántica. Implicaciones espirituales de la nueva física, Ed. Abya Yala, Quito 2014.