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186 Lázaro de Aspurz del titular de la misma (14). A partir de 1220 la Orden de Predica– dores adquiere plena conciencia de su misión apostólica universal y abandona la estructura canonical inicial. El texto de la primera fórmula de profesión que conocemos suprime la mención de la obla– ción a la iglesia local y, aunque el noviciado tiene por objeto pre– parar para la estabilidad y la vida común, ya no se mencionan tampoco éstas : Ego N. fa:eio professionem et promitto obedientiam Deo et bea– tae Mariae et tibi N., magistro Ordinis praedicatorum, et successo– ribus tuis secundum regulam beati Augustini et institutiones fra– trum Ordinis praedicatorum, quod ero obediens tibi tuisque succes– soribus usque ad mortem (15). El capítulo general de 1254 decretó: « In capitulo de profes– sione, ubi dicitur: Et beatae Mariae, addatur: Et beato Domi– nico >> (r6). 2. La profesión en la primera fraternidad franciscana A diferencia de la Orden de predicadores, la de los menores se formó espontáneamente en torno a Francisco y por la fuerza persuasiva del ideal evangélico vivido y anunciado por él, sin com– promiso con forma alguna anterior de vida religiosa ni con una igle– sia que pudiera alegar sobre ellos derecho de pertenencia. Se partía de una conversión, basada ante todo en la experiencia de la po– breza absoluta y de la unión fraterna. Del primer compañero de san Francisco, fray Bernardo de Quintavalle, dice Celano sencilla– mente que ce vita et habitu sancto Francisco associatus est... ; eius (q) Cfr. M.-H. VrcAIRE, Fondation, approbation, confirmation de l'Ordn des Precheurs, en Rev. Hist. Eccl. 47 (x952) u3-x4x, 586-603, (r5) H. DENIFLE, l. c., 202 s. La fórmula se mantiene invariable en las cons– tituciones de san Raimundo de Peñafort de r241; R. CREYTENS, Les Constit. des Fr. Precheurs dans la redaction de S. Raymond de Peñafort, en Arch. Fr. P!ll&– dicatorum 18 (1948) 41. (16) Acta Capitulorum Gen. O.P., Monumenta O.P., III, 70.

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