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HECHOS DE LOS APÓSTOLES 84 me parece absurdo enviar un prisionero sin indicar los car– gos que hay contra él *. Pablo se defiende ante Agripa 26 Agripa dijo a Pablo: Te permito hablar en favor tuyo. Entonces Pablo, extendiendo la mano, comen– zó su defensa. 2 Me considero dichoso, rey Agripa, de poder defenderme hoy ante ti, de cuantas cosas me acu– san los judíos * ; 3 sobre todo por estar tú al corriente de todas las costumbres y controversias de los judíos. Por eso, te ruego que me escuches pacientemente. 4 Ahora bien, todos los judíos saben cuál ha sido mi vida desde mi ju– ventud, pues desde el principio la he pasado entre los de mi nación, en Jerusalén; 5 conociéndome desde mucho tiem– po atrás, pueden, si quieren, testificar que he vivido como fariseo, según la secta más rigurosa de nuestra religión. 6 Si ahora soy sometido a juicio, es a causa de la espe– ranza en la promesa hecha por Dios a nuestros padres, 7 la cual confían alcanzar nuestras doce tribus, sirviendo asiduamente a Dios día y noche. A causa de esta espe– ranza, oh rey, soy acusado por los judíos. 8 ¿Por qué os parece increíble que Dios resucite a los muertos? 9 En cuanto a mí me creí en la obligación de combatir por to– dos los medios el nombre de Jesús, el Nazareno. 10 Y así lo hice en Jerusalén; arrojé en las cárceles gran número de santos, habiendo recibido la autoridad de los jefes de los sacerdotes, y di mi voto cuando se les quitaba la vida. 11 Muchas veces, yendo de sinagoga en sinagoga, pretendía hacerles blasfemar a fuerza de tormentos, y en el paroxis– mo de mi furor hacia ellos, les perseguía hasta en las ciu- 2 La alocución de Pablo comprende tres partes. Empieza con un exordio en el que Pablo se congratula por poder hablar ,•nte un per– sonaje tan entendido en jurisprudencia judía (2-3). Luego entra a fondo en el tema. En la primera parte (4-11) describe su origen JU– dío, su educación en el más estricto judaísmo y su fanatismo contra los cristianos. En la segunda (12-18) expone su conversión en el ca– mino de Damasco y la misión de predicar a todos el mensaje de sal– vación. En la tercera (19-23) cuenta, su actividad misionera que le ha valido la oposición de los judíos, a pesar de Que anunciaba el cumplimiento de lo predicho por Moisés y los profetas.

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