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. HECHQS DE LOS APÓSTOLES 6 encierra una gran importancia para probar el Primado de San Pedro, como lo reconocen los mismos protestantes, quienes, para aminorar el argumento del Libro de los He– chos, recurren a la escapatoria de que San Pedro poseía un primado meramente personal, no transmisible a suce– sor alguno; otros dicen que San Pedro abdicó en favor de Santiago, obispo de Jerusalén, para dedicarse más libre– mente a sus correrías apostólicas de ciudad en ciudad. 2. Los sacramentos La Iglesia, sociedad visible y jerárquica, tiene como misión primordial santificar a los fieles uniéndoles a · Cris– to, principio de salvación (4, 11-12; 20, 21). Esta santifi– cación no solamente se realiza mediante la acción interna del Espíritu Santo, sino en conformidad con la naturaleza orgánica de la misma Iglesia, por medio de ritos externos que obran en lo profundo de las almas aquello que signi– fican. El Libro de los Hechos menciona cuatro de estos ri– tos a los cuales nosotros llamamos Sacramentos. Los convertidos entran en la Iglesia recibiendo el rito del bautismo; él es la puerta necesaria y obligada para en– trar a participar de los bienes de Cristo (2, 37-38; 8, 12-13, 36-38). Después del · bautismo, ya en la primitiva Iglesia se efectuaba otro rito, consistente en la imposición de las manos por los jefes principales de las iglesias; mediante· este rito, q11;e nosotros llamamos hoy "confirmación", se infun– día el Espíritu Santo (8, 17; 19, 6). También mediante · za imposición de las manos los fie– les pasaban a formar parte de la jerarquía eclesiástica, re– cibiendo poderes diversos, según el grado de participación, diríamos, dentro del escalón de la jerarquía (6, 6; 14, 23). A este rito lo denominamos hoy sacramento del orden. Por fin, en este libro se habla dos veces de la "fracción del pan" (2, 42; 20, 7-11). Todo el contexto de la narra– ción induce a pensar ,que esta expresión entraña ya el sen– tido técnico para .indicar la Eucaristía, que. tenía en el si– glo II.