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HECHOS DE LOS APÓSTOLES 74 siguio : 3 Yo soy judío, nacido en Tarso ·de Cilicia, pero educado en esta ciudad e instruido con toda escrupulosi– dad a los pies de Gamaliel en la ley de nuestros padres, lleno de celo por la gloria de Dios como vosotros todos lo estáis hoy *. 4 Yo perseguí a muerte esta doctrina, enca– denando y encarcelando a hombres y mujeres, 5 como pue– den testificar el sumo sacerdote y el colegio en pleno de hombres de relieve. De ellos mismos recibí cartas de re– comendación para los hermanos de Damasco; me dirigí allá para traer presos a Jerusalén a cuantos allí hubiera, para ser castigados. 6 Pero cuando iba de camino y me aproximaba a Damasco, de repente, a eso del mediodía, una gran luz venida del cielo me envolvió con su resplan– dor. 7 Caí a tierra y oí una voz que me decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? 8 Yo respondí: ¿Quién eres, Se– ñor? Me replicó: Yo soy Jesús el Nazareno a quien tú persigues. 9 Los que estaban conmigo vieron bien la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba. 10 Yo repuse : ¿Qué debo hacer, Señor? El Señor me respondió: Leván– tate y vete a Damasco, allí se te dirá todo cuanto se ha determinado que hagas. 11 Como no veía, por causa del resplandor de aquella luz, llevado de la mano por los que me acompañaban, llegué a Damasco. 12 Un tal Ananías, hombre piadoso según la ley, muy estimado de todos los judíos que allí vivían, 13 vino a verme, y estando a mi lado me dijo: Hermano Saulo, recobra la vista. En el m.is – mo instante le vi a él. 14 El continuó: El Dios de nuestros (22), ante el ·procurador Félix (24) y ante el rey Agripa (26). Esta defensa de Pablo puede dividirse en tres partes. En la primera (1-5), Pablo alude a sn educación en el más estricto judaísmo ; educado a los pies de un insigne maestro y lleno de celo por la gloria de Dios, persiguió a muerte a los cristianos. En la segunda (6-16), narra su conversión milagrosa en el camino de Damasco, transformando su mentalidad y su vida entera. En la tercera (17-21), cuenta una vi– sión que tuvo en el Templo, a través de la cual Dios le confiaba, el apostolado de los paganos; 3 La expresión "a los pies de Gamaliel" alude a la manera de cómo se hacía la ensefianza entre los judíos. El profesor o maestro se sentaba sobre un estrado elevado ; en torno suyo se sentaban los discípulos ; los rabinos discutían si los alumnos debían sentarse en el suelo o en bancos. 14 El Justo era uno de los títulos que los judíos reservaban al Mesías. Aquf se da a Jesús, el Mesías verdadero (3, 14; 7, 52).

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