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71 HECHOS DE LOS APÓSTOLES Predieción. de Aga.bo a Saliendo al día siguiente, llegamos a Cesarea; entran– do en casa de Felipe el evangelista, uno de los siete, nos hospedaron allí. 9 Tenía éste cuatro hijas vírgenes que pro– fetizaban *. 10 Llevábamos allí varios días, cuando vino de Judea cierto profeta, llamado Agabo; 11 se acercó a visi– tarnos; y tomando el cinturón de Pablo y atándose pies y manos, dijo: Esto afirma el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al hombre de quien es este cintu– rón y le entregarán a los gentiles *. 12 Al oír esto, tanto nosotros como los que estaban allí, suplicamos a Pablo que no subiera a Jerusalén. 13 Entonces replicó Pablo: ¿ Qué hacéis llorando y desgarrando mi corazón? Pues yo estoy presto no solo a dejarme atar, sino a morir en Je– rusalén por el nombre de Jesús, el Señor *. 14 No pudiendo convencerle, dejamos de insistir, exclamando: Hágase la voluntad del Señor. Pablo en Jerusalén 15 Algunos días después, terminados los preparativos, subimos a Jerusalén. 16 Nos acompañaron también algunos discípulos de Cesarea y nos llevaron a hospedar en casa de un tal Mnasón, chipriota, discípulo de primera hora. 17 Lle– gados a I erusalén, los discípulos nos recibieron con ale– gría. 18 Al día siguiente, se llegó Pablo con nosotros a casa de Santiago; se reunieron también todos los presbíteros. 19 Después de saludarlos, comenzó a exponer una por una las cosas que Dios había realizado por medio de su mi– nisterio entre los gentiles. 20 Al oírlo, glorificaron a Dios 9 La narración insinúa que estas cuatro vírgenes habían esco– gido libremente este estado. Desde los inicios de la, Iglesia la virgini– dad fue tenida en gran estima (1 Co 7, 25-40). Estas cuatro vírgenes, bajo la inspiración de Dios, exhortaban a una vida más santa. 11 Como los profetas del Viejo Testamento, Aii;abo se sirve de ac– ciones simbólicas para ariunciar a Pablo su suerte futura. 13 Vemos aquí el extraordinario temple del apóstol. Nada puede paralizar el propósito del apóstol; su entrega absoluta a,l Maestro le lleva a sufrir la muerte, si preciso fuere, por El. 20 El gozo proviene de una doble causa : la propagación del evan– gelio entre los paganos y la constatación de que Pablo es un autén– tico apóstol de Cristo, en contra de Jo que afirmaba el rumor po– ¡mlar.

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