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HECHOS DE LOS APÓSTOLES 70 exhortar con lágrimas a cada uno de vosotros. 32 Y ahora os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, a él que puede edificar y conceder la herencia en compañía de to– dos los santificados. 33 En todo os he demostrado que tra– bajando de este modo se debe socorrer a los necesitados, recordando las palabras que el mismo Jesús, el Señor, ha dicho : Hay mayor dicha en dar que en recibir *. 36 Dicho esto, se puso de rodillas y oró con todos ellos. 37 Todos se deshicieron en lágrimas y echándose al cuello de Pablo, le besaban, 38 entristecidos principalmente porque les ha– bía dicho que no volverían a ver su rostro. Y lo acompa– ñaron hasta la nave. De Mileto a Cesarea 21 Después de separarnos de ellos, nos embarcamos, y, navegando en línea recta, llegamos a Cos; al día si– guiente a Rodas y de aquí a Pátara. 2 Encontrando una nave con rumbo a Fenicia, subimos y partimos. 3 Dimos vista a Chipre; dejándola a la izquierda, navegamos hacia Siria y llegamos a Tiro, porque allí la nave debía dejar la carga. 4 Habiendo hallado a los discípulos, permaneci– mos allí siete días. Ellos, movidos por el Espíritu, aconse– jaban a Pablo que no subiera a Jerusalén *. 5 Al cabo de estos días, salimos, y todos vinieron a acompañarnos, con mujeres e hijos; hasta las afueras de la ciudad, y puestos de rodillas en la playa, hicimos oración *. 6 Nos despedi– mos unos de otros y subimos a la nave; ellos se volvieron a sus casas. 7 De Tiro nos dirigimos a Tolemaida, termi– nando aquí nuestra travesía; saludando a los hermanos, permanecimos un día con ellos. 35 Las palabras atribuidas a Jesús no se encuentran en los evan– gelios ; Pablo las habría recibido de la tradición oral. 4 Los intereses del reino de Dios están por encima de cualquier compromiso humano. Extraordinario ejemplo de constancia y sere– nidad para todo apóstol de cualquier época. 5 Esta escena manifiesta la cordial unión que existía entre los primeros cristianos. Puesto que las mujeres y niñ.os están presentes hay que suponer que la comunidad cristiana de Tiro era muy pe• queñ.a.