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HECHOS DE LOS APÓSTOLES 66 dores, Timoteo y Erasto; él, por su parte, se detuvo algún tiempo en Asia. Motín de los plateros en Efeso 23 Por aquellos días se produjo un tumulto bastante gra– ve con motivo de la doctrina del Señor. 24 Un tal Deme– trio, orfebre, que hacía en plata templetes de Artemisa, proporcionando a los artífices no poco trabajo *, 25 los reunió juntamente con otros del mismo oficio y les dijo; Amigos, bien sabéis que nuestro bienestar depende de esta industria. 26 Ahora bien, estáis viendo y oyendo cómo, no solo en Efeso, sino en casi toda Asia, ese Pablo, con su persuasión, ha llevado tras de sí a una multitud conside– rable afirmando que no son dioses los fabricados por ma– nos de hombres. 27 Con esto corremos el peligro, no solo de que se arruine nuestra industria, sino que el templo de la gran diosa Artemisa sea tenido en nada. Con ello caería el prestigio de aquella a quien toda Asia y el mundo entero adoran. 28 Al oír estas palabras, se llenaron de cólera y gritaron: ¡ Grande es la Artemisa de los efesios! 29 Se produjo gran revuelo en la ciudad; se precipitaron tumultuosamente en el teatro, arrastrando consigo a Gayo y a Aristarco, macedonios, compañeros de viaje de Pablo. 30 Queriendo Pablo presentarse ante el pueblo, se lo im– pidieron los discípulos. 31 También algunos asiarcas, ami– gos suyos, le enviaron recado rogándole que no se perso– nase en el teatro. 32 Unos gritaban una cosa, otros otra, porque estaba la asamblea alborotada y la mayor parte no sabían ni siquiera para qué se habían reunido. 33 Algunos de entre la multitud dieron instrucciones a Alejandro, a quien los judíos empujaban hacia adelante. Alejandro, ha– ciendo señas con la mano, quería explicarse ante el pueblo. 34 Pero, al conocer que era judío, todos a una voz, comen- 24 El cabecilla del alboroto fue un tal Demetrio, orfebre y platero de oficio. Poseía una rica industria para fabricar en plata repro– ducciones del templo de la diosa Artemis o Diana. Los peregrinos, llegados en masa desde todos los rincones, las llevaban como recuer– do. La narración podría indicar que Demetrio poseía un taller muy importante. El templo de Diana era considerado como una de las siete maravillas del mundo.
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