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59 HECHOS DE LOS APÓSTOLES día examinaban las Escrituras para comprobar si las cosas eran realmente así. 12 Muchos, pues, de entre ellos abra– zaron la fe; igualmente entre los griegos mujeres de dis– tinción y no pocos hombres. 1 3 Cuando se enteraron los judíos de Tesalónica que en Berea era anunciada la pala– bra de Pablo, se fueron allí, soliviantando y alborotando al pueblo. 14 En seguida los hermanos hicieron salir a Pa– blo camino del mar; sin embargo, Silas y Timoteo perma– necieron allí. 15 Los que acompañaban a Pablo, lo condu– jeron hasta Atenas; luego, recibido el encargo para Silas y Timoteo de que se reuniesen con él lo antes posible, re– gresaron. En Atenas 16 Mientras Pablo les estaba esperando en Atenas, se consumía su espíritu viendo la ciudad llena de ídolos *. 17 Discutía en la ciudad con los judíos y con los que te– mían a Dios y todos los días en la plaza pública con cuan– tos encontraba. 18 Algunos filósofos epicúreos y estoicos entablaron diálogo con él; unos decían: ¿Qué quiere decir este charlatán? Otros exclamaban : Parece que es un pro– pagandista de dioses extranjeros, porque les hablaba de Je– sús y de la resurrección *. 19 Tomándolo con ellos, lo con– dujeron al Areópago, diciendo : ¿Podemos saber qué nue– va doctrina es esta que enseñas? 20 Porque propones cosas peregrinas a nuestros oídos; deseamos, pues, saber de qué se trata. 21 Los atenienses y los extranjeros allí residentes no sabían emplear el tiempo en otra cosa sino en contar y escuchar las últimas noticias. 22 Pablo, puesto en pie, en 16 Atenas constituía el emporio de la .cultura y de la elegancia. Pablo llega ilusionado a esta ciudad, pues si la conquista para Cristo, el cristianismo irradiaría rápidamente sobre el mundo grecorromano. Era la "ciudad de los ídolos", tan llena estaba de estatuas que era más fácil encontrar a un dios que a un hombre, según el dicho co– rriente- 18 Los epicúreos tenfan una filosofía materialista, negaban la pro– videncia de Dios y la inmortalidad del alma. Los estoicos eran pan– teístas: identificaban a Dios con el universo y no admitían la inmorta– lidad individual del alma- 22 Pablo intenta ganarse la simpatía de los oyentes a través de un discurso erudito y adaptado a la mentalidad griega. No cita el Viejo Testamento por carecer de vaJor probatorio para ellos ; cita, en cam-