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HECHOS DE LOS APÓSTOLES sucristo, el Señor. 17 Entonces les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo *. El pecado de Simonía 1 s Viendo Simón que el Espíritu Santo se trasmitía por la imposición de las manos de los apóstoles, les ofreció dinero, 19 diciendo: Dadme también a mí este poder, de modo que a quien imponga las manos reciba el Espíritu Santo. 20 Pedro le replicó: Perezca tu dinero y tú con él, porque has pensado comprar el don de Dios con dinero. 21 En este asunto no tienes parte ni herencia, porque tu corazón no procede con rectitud delante de Dios. 22 Arre– piéntete, pues, de esta tu maldad y ruega al Señor que si es posible te sea perdonado este deseo de tu corazón; 23 pues veo que estás en la amargura de la hiel y en los lazos de la iniquidad *. 24 Simón respondió : Rogad vos– otros por mí al Señor para que no me suceda nada de cuanto habéis dicho. 25 Ellos, por su parte, después de ha– ber predicado y dado testimonio de la palabra del Señor, regresaron a Jerusalén, evangelizando muchas aldeas de los samaritanos. Bautismo del dignatario etíope 26 Un ángel del Señor habló así a Felipe: Vete hacia el sur por el camino que baja de Jerusalén a Gaza; es un camino solitario. 27 Marchó, pues, y se encontró con un etíope, eunuco, alto funcionario de Candaces reina de Etiopía, administrador de todos sus bienes, que había ve– nido en peregrinación a Jerusalén *, 28 y ahora iba de regre– so, sentado en su carro y leyendo al profeta Isaías. 29 Dijo el Espíritu a Felipe: Avanza y únete a ese carro. 30 Avanzó Felipe y le oyó leer al profeta Isaías; le preguntó: ¿Ya entiendes lo que lees? 31 ¿Cómo voy a entenderlo, respon– dió, si no tengo quien me lo explique? E invitó a Felipe 23 Dt 29, 18. 27 Con el apelativo de "etíope" se designaba entonces al habitante de la región al sur de la primera catarata del Nilo, el actual Sudán egipcio .o la Nubia. Inscripciones antiguas mencionan reinas de Etio– pía con el nombre de Ca_ndaces.

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