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9 HECHOS DE LOS APÓSTOLES la fortaleza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Sama– ria y hasta en el último confín de la tierra. 9 Dicho esto, se elevó ante su vista y una nube lo ocultó a sus ojos. 10 Y mientras estaban mirando fijamente cómo se alejaba, aparecieron de improviso ante ellos dos hombres vestidos de blanco, 11 los cuales dijeron: Galileos, ¿qué hacéis mi– rando al cielo? Este Jesús que ha sido llevado de entre vosotros al cielo vendrá del mismo modo que le habéis visto subir al cielo. l. LA IGLESIA DE JERUSALEN Lo·s discípulos en el cenáculo 12 Luego regresaron a Jerusalén desde el monte llamado Olivete, que está cerca de Jerusalén, a poco más de un kilómetro de distancia. 13 Y así que entraron, subieron a la habitación· superior donde se hospedaban, Pedro y Juan, Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago de Alfeo y Simón el Zelotes y Judas, el hijo de Santiago. 14 Todos ellos con un solo corazón, se dedicaban a la oración en compañía de algunas mujeres y de María. la madre de Jesús, y de los parientes de éste. Elección de Matías 15 Uno de aquellos días, dirigiéndose Pedro a los her– manos, eran unos ciento veinte los allí reunidos, dijo * : 16 Hermanos, tenía que cumplirse lo que el Espíritu Santo había profetizado en la Escritura por boca de David acer– ca de Judas, que fue el guía de los que prendieron a Jesús. 17 El fue contado entre los nuestros y tuvo parte en este ministerio. 18 El mismo, también, se adquirió un campo con 9 La nube forma parte de las teofan/as del Antiguo Testamento (Ex 13, 22) y del Nuevo (Le 9, 34-35), Acompafta a la manifestación del Hijo del hombre (Dn 7, 13; Mt 24, 30; Ap 1, 7, 14, 14-16). · 15 Con la palabra "hermanos» se indica a los simples cristianos, dis– tintos de los apóstoles, de los presbíteros y ancianos (11, 1; 12, 17; 21, 17-18; Rm 1,13).