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-49- ellos lo malo y perverso que dicen y hacen; y entonces ya no hay razón que dispense esas compaflías detestables. Y con razón se escandalizan y espantan cuantos ven que, nifios que comulgan, que oyen misa, que frecuentan cole– gios católicos, y son hijos de hogares piadosos, y tienen una madre santa y un padre honesto, se ven por ahí mezclados con chicos malos, a veces mayores que ellos, y de quienes no pueden aprender sino lo malo.,,Guidado por tanto con olvidar que la única razón para ser amigos de nifios que no sean buenos, será siempre que ellos os bus– quen para lo bueno, para ser como vosotros, para enmen– darse, para volver a Dios; entonces sí podeis tratarlos con afecto de amigos y con vuestro ejemplo conseguir que se conviertan; será una obramuy santa, dareis alegría al Co– razón de Jesús que arde en deseos de que esos pobres nifios se acerquen a El. Tal es deseo de Jesús «venid a 'Mí todos los que estais fatigados y yo os aliviaré.» Aunque el Señor tenga .en el cielo millares y millones de Ageles que le cantan alabanzas y gozan de su felici– dad; y aunque se vea allí rodeado de santos y santas de toda edad y condición que están ya seguros en e! redil del paraíso celeste, Jesús no descansa cuando ve que un niflo se extravía; quiere que estén todos en el cielo; es muy rico ciertamente y no tiene necesidad de nosotros, pero, es tan bueno, que si se le pierde una alma, como se– le perdió la moneda aquella a la mujer del Evangelio, se pone a bui,carla y hace prodigios de dulzura y de miseri• cordia para conquistarla. Lo cual os ha de servir para no desconfiar nunca de la Bondad de Dios y del perdón, si algum, vez teneis la des– gracia de caer en pecado. Sucede a muchos niños que, en– gaflados por el diablo, consienten en ·un pecado; pero en el acto les entra tanta vergüenza y miedo de confesarlo y de ir a pedir perdón, que se abandonan al enemigo y con- 4