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-42- fos amaba como a tales y su corazón de padre no podía -consentir que se perdiesen. El dracma perdido por la mujer, que sin cuidarse ,que tiene nueve, busca afanosamente et décimo, y se ,congratula alborozada de haberlo hatlado, significa lo mismo, pero por el lado del interés material más acce– sible al alma de mercaderes judíos. Y la sublime pará– bola del Hijo Pródigo que sigue a estas, expresa la misma actitud del Redentor que busca al hijo extravia– do y lo festeja, aun viendo et disgusto del malhumora– do hijo mayor que se cree ofendido por ta alegría de su buen padre, Así manifestaba Jesús el carácter de amor y misericordia de su misión en el mundo, y los afanes ,que le costaría redimimos hasta el Calvario y la Muerte. Argumento apologético. El escándalo farisáico que todo esto producía en tos enemigos de Jesús entrafia una hipocresía abominable que es necesario desenmascarar bien; pues, por desgra– da, la raza aquella no se ha extingido sobre la tierra .sino que todavía existen quienes, conociendo superficial– mente al Divino Maestro, se proclaman tolerantes con toda clase de doctrinas y de costumbres, aun tas más es– tragadas, mientras no les molesten en sus preocupacio– nes personales o políticas, y se vuelven intolerantes te– rribles con las personas que se atreven a disentir de sus puntos de vista interesados. Y yerran los que s,e atreven a invocar ta misericordia dejesucristo, oponiéndola a lo que llainan la intolerancia de la Iglesia con el error y