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-29- después el criado: Señor, se ha hecho lo que me mandaste, y aún sobra lugar. Respondió/e el amo: Sal a los caminos y cercados, y obliga a los que halles a que vengan, para que se llene mi casa. Pues os pr~testo que ninguno de los que antes fueron convidados ha de probar mi cena. Aclaración literal del texto. Debajo de la figura familiar de este señor que con– vida a amigos y extraños a la gran cena preparada, han visto los santos Padres al propio DivinoMaestro,apare– cido dentro de las fronteras del pueblo judío, cuya san– gre, recibida de la más esclarecida Mujer de aquel pue– blo, y para esa función trascendental destinada ab ae– terno, llevaba en sus venas y derramó por la salvación del mundo entero. En los planes de Dios, su propio pueblo debía de coger las primicias de la Preciosa San• gre y entrar de avanzada a formar el verdadero pueblo escogido~ para ello le envió profetas y embajadores que lo anunciasen, y unió la historia nacional con los pronós- . ticos de la Redencjón; debían los judíos sentirse llama– dos a ser los primeros cristianos; pero, extraviados por sus propios doctores y falsos glosadores de los Santos Libros, los judíos no quisieron aceptar el mensaje de sa– lud; las excusas de los necios invitados a la cena indi– can bien la sinrazón de Israel al no aceptar al .Mesías cu– yas prodigiosas y palabras divinas se ies entraban por los ojos y por los oídos, y justifican plenamente la voca– ción de los gentiles a participar los primeros en el convi-