BCCCAP00000000000000000001106
- 260 - facer su Justicia. Paremos la atención en la sentencia pronunciada contra el siervo cruel antes perdonado tan misericordiosamente; se le condena al suplicio y a la cárcel hasta que pague el último cuadrante; y como ya sabemos, por lo antes anotado, que no tenía con que pagar la condena, es destinado a cárcel y suplicio per– petuo, eterno. Así pasará a muchos pecadores cargados de iniqui– dades; Dios los ha perdonado por su arrepentimiento, y en vista de las satisfacciones_ infinitas de Jesucristo N. Sefior: los pecados perdonados no reviven, pero la in– gratitud, representada en la crueldad que usan para con sus prójimos deudores ce cuatro palabritas, de algunas desatenciones, de perjuicios temporales reparables siem– pre, está diciendo que no saben reconocer el don de Dios, que se han olvidado demasiado pronto de su Bon– dad, que abusan de ella, que se prevalen de ella para exigir a sus prójimos lo que ellos no fueron capaces de dar a Dios. Esa es la g:-avedad del pecado contra nues– tro hermano: Dios está a la mira de nuestros perdones: si no los otorgamos, nos encontramos alcanzados de Justicia, y un día u otro se hará con nosotros irtlexible.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz