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gracias indispensables para el ejercicio de esta her– mosa virtud. Es necesaria en los casados para que cumplan con sus deberes, segúri las leyes santas del matrimonio cristiano. Es mucho más necesaria a los .;acerdotes, minis– tros de Cristo, que consagran, reciben y llevan en sus manos al Cordero Inmaculado, como la Vir– gen lo llev6 en su seno, lo reclin6 contra su pecho, le nutri6 y le acompañ6 hasta el Calvario. Indispensable a las almas llamadas por Dios a los estados de perfecci6n. Se consagran al Esposo Divino para mejor seguirle e imitarle. Así le se– guirán también en el paraíso, dondequiera que vaya. Necesaria a toda clase de misioneros para ejer– citar con eficacia el apostolado entre los acat6licos que no suelen practicar esta virtud, pero que, a ve– ces, saben apreciar sus bellezas y admirar el he- roísmo de los que la profesan. · Los infieles se ven atraídos por las bellezas de esta margarita preciosa. Es un lirio entre las es– pinas que se cultiva en los jardines de la Iglesia cat6lica. Dice el libro de la Sabiduría: "Desdicha– do el que desecha la sabiduría y la disciplina; su esperanza es vana, y sus trabajos infructuosos e in– útiles sus obras. Sus mujeres son insensatas, y per– versos sus hijos, y su posteridad maldita. Pero aun -91.;....

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