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seña la Sagrada Familia en el Nacimiento de Jesús, en Belén. ¡ Profundo misterio de amor y de humildad! ¡El Hijo de Dios se hace hombre parvulito, para que el hombre se haga como Dios por la gracia! ¡ Dios en– carnado y el hombre divinizado! ¡Oh María, Madre de Jesús!, por las alegrías que experimentaste al con– templar al Divino Infante recién nacido, toma bajo tu protección materna a todos los infantes del mundo en– tero y obtiéneles la gracia del bautismo para que sean hijos adoptivos de Dios. Protégeles sin cesar para que no pierdan la gracia santificante; para que reciban a Jesús-Eucaristía en el estado de la inocencia bautismal y no se separen jamás de El por el pecado mortal. Madre de Cristo, salva los miembros místicos de Cristo. Madre de Cristo, salva la infancia de todo el mundo. Propósitos.-Jesús quiere que todos seamos niños por la humildad, la obediencia y la inocencia. Si no nos hacemos como niños, no entraremos en el reino de los cielos. Procuraré cultivar en mí la infancia evangé– lica que tan maravillosamente nos enseñó Santa Tere– sita del Niño Jesús, Religiosa Carmelita. Propongo propagar al Obra Pontificia de la Santa Infancia en todas las parroquias y en todas las fami– lias, a fin de salvar la infancia pagana por la inocen– cia cristiana. Enseñaré a los niños cristianos a rogar por los niños paganos, para que lleguen a recibir el bautismo que les hace hijos de Dios y herederos del cielo. ¡ Cuántos millones de niños se salvan en los terri– torios de misiones por la Obra Misionera de la Santa Infancia! Sigamos las recomendaciones de los Sumos Pontífices. - 58 -