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de enero del mismo año fu~ regenerado en Cristo. Ra– tisbona encontró la paz del alma. Una conversión tan repentina y estrepitosa fué de– clarada por la Santa Sede milagrosa, y todos los años, el 20 de enero se celebra este acontecimiento en la igle– sia de Sant'Andrea delle Fratte, donde aconteció el milagro. Este hermoso cuadro de la Virgen Inmaculada es venerado todavía con mucha devoción por los fieles de Roma en el mencionado templo. He aquí un medio de que disponen los misioneros para convertir a los incrédulos endurecidos y obsti– nados. II. Felipe 11, rey de España, había pasado muchas horas de noche escribiendo una larga carta al Papa. Terminada se la entregó al Secretario para que la do– blara y sellara. Este, estando medio dormido, en lugar de echar arena para secarla arrojó tinta. El pobrecito quedó aterrado ante la figura del rey. Pero el rey no se turbó, serio y sereno le dijo: "Tráeme otro papel", y tranquilo se puso a escribir otra vez. Otro día para marchar a cazar se sentó a meter las botas. Calzada una, la otra no aparecía. Estuvo espe– rando un gran rato sin dar señales de impaciencia ni decir una palabra. El día de la coronación, un soldado, queriendo con– tener al pueblo con una vara, rompió tres lámparas de cristal que estaban sobre el trono. Empezó a caer el aceite sobre los preciosos vestidos del rey y de la reina, entonces exclamó: "Esto es un presagio que bajo mi reino habrá abundancia de paz y prosperidad." Súplicas.-¡ Oh María, Reina de la paz, que portas– te en tu inmaculado seno al Príncipe de la paz! Con - 540 -