BCCCAP00000000000000000001104

también una exigencia de armonía que su tránsito de la tierra al cielo fuera semejante, reproduciendo en sí misma con el misterio de la Asunción Cor– pórea el misterio de la Ascensión de Jesús al cielo. La verdad de la Asunción no ha tenido adver– sarios. Fué una creencia universal en la Iglesia y ;:ntre los Padres y Doctores. Definidos los dogmas de la Maternidad Divina, de su Concepción In– maculada se puede decir que era una consecuencia lógica su Asunción Corpórea a los cielos. Los mo– tivos de conveniencia se imponen a la razón y al corazón de los creyentes, en los privilegios y gran– dezas de la Madre de Dios. 111. ALEGRÍAS Y ESPERANZAS La Asunción Corpórea de la Virgen al cielo es para toda la Iglesia un motivo de alegría. Todos nos regocijamos que Nuestra Inmaculada Madre goce en cuerpo y alma de la gloria que le corres– ponde como Madre de Dios. Madre, Reina y Abo– gada Nuestra. Alabamos, bendecimos y damos gra– cias a Dios porque hizo a María Santísima tan excelsa y tan sublime. Nos complacemos con sin– cero amor filial de que sea la Reina de los cielos y de la tierra del Universo mundo, de que goce en el cielo todo lo que sea capaz, de que sea coro- - 516-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz