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Creo que tu· belleza supera la de todos los ángeles. y. hombres. Creo que tú sola cumpliste perfectamente el precep– to: Diliges Dominum Deum tuum... , y que los Serafi– nes del cielo podían aprender de tu corazón el modo de amar a Dios... · Creo que eres Reina de los Angeles, de los Santos de la Corte celestial, del cielo y de la tierra y del universo mundo. Regina mundi." Un día, un orador antiguo recibió el encargo de ha– cer el elogio fúnebre de filipo de Macedonia. El no habló de las cualidades de Filipo como soberano o gue– rrero, sólo dijo estas palabras: "Diré bastante de ti, Filipo, si digo que fuiste padre de Alejandro Magno ... No podemos enumerar todas las virtudes, gracias, cualidades, privilegios de María Santísima; pero no podremos nunca hacer un elogio más grande y más breve diciendo de Ti, Virgen María: Tú fuiste Madre de Jesús. Súplicas.-¡ Oh María, Reina de todos los Santos!, dame la gracia de hacerme santo : hombre lleno de fe, de esperanza, de caridad, de prudencia, de justicia, de fortaleza y de templanza. Hombre humilde, obediente, casto, pobre, sencillo, mortificado, observante, ejem– plar, dulce, afable, lleno de caridad para con mi pró– jimo... ¡ María, Reina de la santidad!, obtiéneme la gracia, las virtudes, los dones del Espíritu Santo, la fidelidad, la generosidad, la perseverancia final, santa vida, san– ta muerte.· Aunmenta en mí el amor puro e intenso a las Tres Divinas Peraonas, a Jesucristo, a Ti, Mndrc dulcísima, - 501