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III. CADA UNO su CAMINO En la sociedad hay multitud de vocacion(!s. Cada individuo tiene sus inclinaciones personales. Dios \lama a cada uno según quiere. Múltiples son los destinos de la Divina Providencia que gobierna el mundo. Hay vocaciones especiales y que tienen máxima importancia en la Iglesia, como son las vocaciones sacerdotales, las religiosas y misioneras. Unos tienen vocación para el estado conyugal, otros al sacerdocio, que impone obligatorio el ce– libato. Otros abrazan algunos de los estados de per- fección evangélica aprobados por la Iglesia. No fal– tan tampoco personas que hacen votos privados de virginidad por motivos de orden sobrenatural. Cada uno debe seguir el camino trazado por las disposiciones de la Divina Providencia que go– bierna el mundo. El estado de virginidad deja más libertad para dedicarse a las obras de Dios. Tiene menos preocu– paciones de las cosas temporales y de la familia. Si además, la persona siente vocaci6n para vivir en un estado de perfección e ingresar en un Instituto - 489 ......