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dolor por los pecados cometidos, que fueron la causa de los dolores de Jesús y de tus amargas penas. Acuér– date, Virgen Dolorosa, ya estáis en la presencia de Dios, de hablarle cosas buenas por nosotros; que aparte su ira de nuestras ofensas; que no tome venganza de nuestros delitos; que use de infinita misericordia para con los pobres miserables. No sólo te pedimos dolor profundo de nuestras fal– tas, también imploramos resignación y fortaleza en nuestras tribulaciones, enfermedades, amarguras, deso– laciones y angustias. Conforta nuestra debilidad. Da fortaleza a los misioneros para vencer los peli– gros, las asechanzas de los enemigos, los temores de las persecuciones; fortaleza y santa audacia para pre– dicar la fe, defender los derechos de la Iglesia contra las potestades civiles, contra los tiranos y persegui– dores. Dame la gracia del martirio, si no de sangre, a lo menos de sufrimientos, para ganar las almas para Cris– to. María, Reina de los Mártires, por tus dolores, por tus penas, por tus contrariedades, salva a los pecado– res. Virgo dolorosissima, ora pro nobis. Propósitos.-En todas las tribulaciones de la vida, an las amarguras del corazón, en las desolaciones del espíritu, dame fortaleza. En las persecuciones, en las enfermedades, en cualquiera tribulación sé mi Madre Compasiva y Consoladora. Propongo recurrir al auxi– lio de la Virgen Dolorosa en todas las penas interioref y exteriores, corporales y espirituales. Virgo dolorosí– sima, "Regina martyrum, ora pro nobis". - 471 -