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fué la Maestra .de los Ap6stoles y discípulos de Je– sús. Lo que hizo María en favor de los Ap6stoles y de la primitiva Iglesia no lo escribieron los Li– bros Sagrados, pero se comprende fácilmente. Na– da de extraño pensar que Ella les haya confortado, bendecido, sostenido en la fe. Según la tradici6n, aún viviendo en carne mortal se apareci6 al Ap6s– tol Santiago sobre el Pilar de Zaragoza, confortán– dole e indicándole que alH se le edificara un tem– plo en su honor. Esa tradici6n gloriosa se conser– va todavía, y el pueblo ibero acude al magnífico templo para tributarla devoci6n. Merece, pues, el título de Rei"na de los A p6sto– les la Virgen María, porque les instruy6, les con– fort6, les aconsej6, les acompañ6, les dirigi6 y pro– tegi6 en su vida mortal y aun después de su muer– te. Les supera a todos en la santidad, en la digni– dad y en la protecci6n. EJEMPLOS.-San Francisco Solano, Fraile Menor, pasó los veinte últimos años de su vida en las Misio• nes del Nuevo Mundo y es conocido con el nombre de Apóstol del Perú. Convirtió innumerables indios del Tucumán y del Paraguay. l:no de los caracteres par– ticulares de este infatigable Apóstol fué su celo por la devoción y amor a la Virgen. Se esforzó en propagar su culto y de inspirar su devoción a todos los converti– dos. Con frecuencia tomaba su lira para atraer a los indígenas y cantar las glorias de María. A este ejem• plo se podrían añadir otros mil. - 459 -