BCCCAP00000000000000000001104
pero uno mismo es el Señor. Hay diversidad de operaciones, pero uno mismo es Dios, que obra to– das las cosas en todos. Y a cada uno se le otorga la manifestación del Espíritu para común utilidad. A uno le es dada por el Espíritu la palabra de la sabiduría; a otro, la palabra de ciencia, según el mismo Espíritu; a otro, fe en el mismo Espíritu; a otro, don de curaciones en el mismo Espíritu; a otro, operaciones de milagros; a otro, profecía; a otro, discrección de espíritus; a otro, género de len– guas. Todas estas cosas las obra el único y mismo Espíritu, que distribuye a cada uno según quie– re" (188). En la Iglesia primitiva abundaron más que aho– ra los carismas. Hubo también profetas entre los Apóstoles y discípulos del Señor. En la historia de la Iglesia se refieren muchos Santos y Santas que tuvieron el espíritu de profecía, como San Fran– cisco de Asís~ San Carlos Borromeo, San Francisco Javier, San Juan Bosco, San Felipe Neri, Santa Brfgida, Santa Hildegarda, Santa Catalina de Se– na, Santa Teresa de Jesús y otros muchos a los cua– les Dios les concedió el conocimiento de algunos acontecimientos futuros. A algunos misioneros también Dios concedió el espíritu de prnfecía; pero no es necesario para la (188) I Cor., XII, 4-11. - 446 -
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz