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bulo. Teófilo, burlándose, le dice: "Oye, Dorotea, cuan– do estés en el paraíso me envías manzanas y rosas. Aquí estamos en una tierra que ahora no podemos en– contrarlas." La Santa pensó un momento e, inspirada por Dios, le dijo seriamente: "Sí; te las mandaré.~' Con nuevas risas y escarnios se separan de ella. La Santa mártir, antes de recibir el golpe de gracia, rue– ga al ejecutor que la permita orar unos momentos. Mientras ella oraba, he aquí que se presenta un her– moso niño con tres manzanas y tres rosas. La santa re– conoce que es el Angel Custodio y le dice: "Llévalas en mi nombre a Teófilo y dile que se las envía Do– rotea." Dichas estas palabras inclina su cabeza y reci– be el golpe mortal. Teófilo se encontraba con sus com– pañeros y se reía de las promesas de Dorotea. En aquel momento preciso llega el niño y le dice: "Estas manzanas y estas rosas te las envía Dorotea, esposa de Cristo." Queda atónito, y herido por la gracia como por. un rayo se convierte, se hace discípulo de Cristo y abraza la fe de Dorotea. En vano tratan de disua– dirle los amigos, parientes y compañeros. El siempre responde: "Quiero ser cristiano como Dorotea." Firme en su propósito le arrojan en la cárcel, sufre y muere y va a unirse con Dorotea en el paraíso. San Antonio de Padua, apóstol franciscano de la Edad Media, nació en Lisboa el día de la Asunción de la Virgen. La tomó por protectora, le defendió siem• pre. En uno de sus viajes por mar, estando en peligro, la invocó exclamando: ¡O Gloriosa Domina! Luego se calmó el mar y se salvaron todos los que navegaban. Con esta misma oración salió victorioso en las muchas pruebas de Satanás en las Grutas de Brive, en Francia. - 139 -