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ti vive mi Señora", queriendo significar de cuánta efi– cacia habían sido sus palabras para conservar viva la fe y la devoción a María en los corazones de los fieles. En testimonio de la prodigiosa aparición y para confirmar la verdad, la Santa le invitó a cortar un pe– dazo del velo blanco que cubría su cabeza. Este, como preciosa reliquia, se conserva hasta el presente en la Catedral de Toledo. San lldefonso murió el 23 de enero de 667. (Vida del Santo.) Súplicas.-¡Oh María!, nuevo Edén, donde tu pure,. za y virginidad fueron inviolables. Rosal qu.:_ arde y no se quema ni consume, turíbulo de oro que exhala exquisitos perfumes; sol purísimo de alma y de cuer– po, sola superior a toda integridad, a toda inocencia, conserva en mí la virginidad. No permitas que ni el cuerpo ni el alma se manchen con la culpa. Mi cuerpo es muy frágil y fácilmente se marchita y se rompe... Haz, María, que en todas las situaciones de nuestra vida conservemos el blanco lirio de la virginidad, o, por lo menos, según el estado social en que nos encon– tremos vivamos con la mayor pureza posible. En la vida con el mundo, en el roce con las perso– nas, en el ejercicio de los sagrados ministerios, en toda ocasión, tiempo y lugar conservemos nuestro cuerpo y nuestra alma, nuestros sentidos y potencias, nuestra mente y nuestro corazón limpios como el campo de la nieve. Propósitos.-Usaré de todos los medios para conser– var puros mi cuerpo y mi alma, mis sentidos y poten– cias, mis afectos y mis palabras. - 116 -