BCCCAP00000000000000000001104
Esta se afirma categóricamente en la Tradición de la Iglesia y en los testimonios de los Santos Pa– dres. Cuando Elvidio se atrevió a predicar su doc– trina, toda la Iglesia cat6lica se indign6 y se le– vant6 una protesta general de escritores y Padres contra sus nefandos errores. Toda la Liturgia está llena de expresiones, ora– ciones, antífonas que manifiestan la virginidad per– petua de la Madre de Dios. Además de la autoridad tenemos también las razones de necesidad y conveniencia. Santo To– más dice que era necesaria la virginidad perpetua por la dignidad de Cristo, el honor del Espíritu Santo, la piedad y santidad de María y de José (22). Los Santos Padres añaden que la virginidad de María, después de la Encarnación, resultó más perfecta y más sagrada. Habiendo concebido por obra del Espíritu Santo y llevando en su castísimo seno durante nueve meses al Hijo de Dios fué col– mada de gracia, inundada del Espíritu Santo, más rica en santidad, más gloriosa por los méritos, más eminente en pureza. Su virginidad, lejos de sufrir detrimento, resplandeció con nueva gloria y res– plandores (23). (22) Summ. t/1., 3 p., q. 28, a. 3. (23) Cfr. Los testimonios de los SS. Padres, en J. B. TE– RRIE1', S. H., La Mere de Dieu, t. I, pág. 172 y sgs. - 108 -
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz