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virtud de religi6n. Con· el voto se consagra la in– tegridad formal del cuerpo al mismo Creador del alma y de la carne; y se propone evitar todo acto interno y externo contra el sexto y nono manda– miento.· El voto de virginidad o de castidad perfecta es el de los Religiosos profesos y de los clérigos in sacris. El voto solemne y el presbiterado hacen el matrimonio inválido; el voto simple, ilícito. Los Padres y escritores han expresado con vivas imágenes las ventajas de la virginidad, llamando a las almas vírgenes las flores más bellas del jardín de la Iglesia, las piedras más preciosas, los lirios más delicados, las violetas perfumadas que exhalan sus aromas entre las espinas. Las vírgenes son la porci6n más ilustre de Cristo. Si recorremos las páginas de la historia de la Iglesia veremos que las figuras más bellas de la vida contemplativa y de la vida apost6lica general– mente fueron almas vírgenes consagradas a· Dios totalmente, sacrificadas por la gloria de Dios y la salvaci6n de las almas. La condici6n del celibato y de la vida religiosa es más libre para dedicarse a la gloria de Dios, al apostolado, a la beneficencia, a todas las obras de misiones. De hecho, la mayor parte de los heraldos de la fe son religiosos y religiosas o. personas vír- - 101-
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