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J esüs hizo el milagro, los comensales bebieron del buen vino. María es el canal de las gracias; Jesús es la fuen– te perenne y todos podemos beber copiosamente de esas aguas cristalinas que lavan, purifican, san– tifican y salvan. Jesús es Dios; la Virgen, perfectísima, pero crÜ• tura. Entre los dos se da un paralelismo muy ínti– mo, pero analógico. III. VENTAJAS DE LA VIRGINIDAD Inviolabilidad quiere decir virginidad, y ésta consiste en abstenerse de toda delectación venérea para atender mejor a las cosas divinas. La esencia de la virginidad es el sacrificio perfecto de un cuer- po incontaminado y de un alma llena de amor de Dios. Escribe San Pablo: "La Virgen se ocupa de las cosas del Señor; quiere ser santa en el cuerpo y en el alma" (21). La Virginidad consagrada a Dios es más excelente que el matrimonio, porque total e inmediatamente se ordena a Dios. El voto de virginidad perpetua añade al precep– to de la virtud la obligación que se deriva de la (21) I Cor., VII, 34. - 100 -