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I. ABSOLUTA INVIOLABILIDAD DE MARÍA, MADRE DE Dms A María se la llama purísirua, castísima e in– tacta. Se acumulan los títulos y las invocacio– nes para alabarla la incomparable pureza de la Madre de Dios bajo todos los aspectos. Este título significa que María, Madre del Ver– bo Encarnado, permaneció Virgen antes del parto, en el parto y después del parto. Jamás fué viola– da como suelen ser las demás madres. De ning{m modo perdió su virginidad ni su integridad for– mal o material. Fué completamente inviolada, in– corrupta. La liturgia atribuye estas palabras de los Cfoticos a Marfa: "Miel virgen destilan tus la– bios, esposa mía, leche y miel bañan tu lengua, y es el olor de tus vestidos el perfume del incien– so. Eres jardín cercado, hermana mía, esposa, eres jardín cercado, fuente sellada" (18). Algunos here– jes negaron esta prerrogativa de la Virgen, pero luego se levantaron los Padres y las voces de los Concilios para defender la virginidad perpetua de la Madre de Dios. Así lo declaró San Siricio, (1~) Cant., IV, 11-12. -9.7-

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