BCCCAP00000000000000000001103

CONF. IV,-DEFECTOS QUE DEBE EVITAR 63 Providencia valerse de los humildes para las cosas gran– des, poner su espíritu sobre los pequeñuelos que para estos fines elige y excluir de este número a los que por su orgullosa presunción se juzgaban idóneos para tan alto ministerio" (11). "La puerta, pues, por donde precisamente ha de en– trarse a los cargos del gobierno es la divina vocación. Y aquel que por ésta no entrare, sino por medio de las pretensiones y de los empeños, da bi.en a conocer que obra contra el querer de Dios y que se opone, temerario, a lo que nos tiene mandado. Admira, por cierto, dice San Ber– nardo, la increíble audacia de muchos, que, no siendo aptos para cuidar de la espiritual viña de su alma, ni para arrancar de ella las espinas de sus culpas, se atreven a · solicitar que pongan a su cargo las ajenas. Rateros son éstos y ladrones, no. guardas ni labradores de la viña del Señor" (12). Añade nuestro Beato "que de los medios de que se va– le el ambicioso para obtener lo que pretende su soberbia puede muy bien colegirse cuáles serán después sus pro– cederes. No hay iniquidad alguna que no se halle dis– puesto a cometer para lograr su designio. Los ruegos im– portunos, las instancias más molestas, los empeños más eficaces, las. amistades fingidas, las adulaciones y lison– jas, las promesas y falsedades, y aun la simulada virtud, pero verdadera hipocresía de no pocos, se pudieran gra– duar de faltas muy ligeras en comparación de los inicuos sobornos, de los enredos malidosos, de las calumnias con que se intenta derribar al que se halla en el empleo, de las parcialidades que se promueven, discordias que se .. (11) B. DIEGO DE CÁDIZ, o. c., p. 34. (12) Ibid. o. c., p. 35.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz