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CONF. XV.-DE LA ESPIRITUALIDAD MISIONERA 219 tiempo, a ias circunstancias del momento; pueden usar– se métodos nuevos, motivos de actualidad, nuevos irra– diadores de luz, de calor y de vida. El Papa Pío XII habla de la adaptación de la vida re– ligiosa a las exigencias de los tiempos cuando se le ofr~ce oportunidad de dirigir su palabra a los Religiosos. Adap– tación que en el texto y palabras pontificias, más bien que acomodación de los elementos que integran el estado religioso, es un problema de formación, o sea, de la adap– tación vital del religioso a las exigencias de la vida reli– giosa plenamente vivida en armonía con las necesidades sociales, sanitarias, pedagógicas, culturales, espirituales y misioneras de la éppca actual. La vida religiosa debe orientarse según la vida de la Iglesia; vivir de sus· sentimientos y de sus ideales. Es un deber de Superiores y de súbditos seguir las directrices que traza 1a Divina Providencia por medio de las altas Jerarquías. Si el mundo se rige por una Providencia inefable, con mayor motivo la Iglesia, que es la Esposa de Crísto, domus Dei firmiter aedificata. Considerando la importancia y finalidad que los Insti– tutos religiosos tienen en la Iglesia, es necesario que se preparen para cumplir como se debe con lo que la misma Iglesia les pide y les enseña. La espiritualidad religiosa debe impregnarse del espíritu misionero que anima ac– tualmente a la Iglesia, revestirse de esas características de universalismo, de conquista, de entrega y sacrificio, no sólo por los hermanos próximos, sino por los her– manos lejanos, desconocidos. Interesarse y rogar no ya por mis parientes, mis hermanos en religión, mis bien– hechores, mis confesores ... , sino también por los misio,. neros lejanos que están en las avanzadas, por el infiel