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216 GUÍA DE SUPERIORES cer las glorias de N. P. S. Francisco, las glorias de nuestra Orden, las gestas de nuestros mayores, los hom– bres ilustres en santidad, ciencia, arte, apostolado... Con– servar y aumentar nuestm herencia espiritual, científica, literaria, apostólica, misionera... Todo individuo, todo Convento, toda Provincia deben ser focos que irradien franc1scanismo, que iluminen y que enciendan las almas. Debemos mantener siempre palpitantes los ideales fran– ciscanos, expresarlos con los heroísmos de la acción, ali– mentarlos con el combustible de la meditación y los incendios de la oración. Vos, Sancti Dei inclyti = qui estis mente lucidi Fran– ciscum imitate = orate ut intrepidi = semper fervidi = et postmodum beati (37), se dice en el Oficio de los san– tos de nuestra Orden. c) Con las obras. Las palabras y la pluma mue– ven, pero los ejemplos arrastran. La mejor propaganda es la del ejemplo; el medio comunicativo más eficaz, son las obras. Sí, procuremos imitar los ejemplos del Santo Patriarca, transformarnos en serafines como él, ser fervorosos caballeros de Cristo... Y vos, Padre Seráfico, espejo y ejemplar de vida cris– tiana, religiosa, seráfica, dignaos renovarnos en el primiti– vo fervor. Admitidos al honor de profesar vuestra doctri– na, vuestros ejemplos, vuestra vida, no permitáis que ja– más decaigamos de tan nobles y sublimes ideales. Digne Pater... innova dies nostros sicut a principio, perfectorum speculum et exeniplar; ne patiaris vita dissimiles eadem tibi professione conformes. Amen (38). (37) CESÁREO DE 'I'OURS, O. C., p. 258. (38) Oratio Sociorum sancti ad eumdem, c. 337. Ed. Faloci– Pulignani, Foligno, 1898.