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CONF. XIV.-DE LA ESPIRITUALIDAD FRANCISCANA 211 Ferrer, que los que la observen a la letra pueden ser ca– nonizados, cuando mueren (35). Estas y otras muchísi– mas alabanzas han tributado Santos, Pontífices y escri– tores a la Regla Seráfica... Para conocer a fondo el espíritu franciscano es ne– cesario conocer la Regla, meditarla, penetrarse de su espíritu. Leer los expositores antiguos y modernos más autorizados, más objetivos y más compenetrados con la tradición franciscana ... En la interpretación de la Regla es necesario tener en cuenta dos cosas: la obligación ju– rídica y el espíritu. Tratándose de obligación de con– ciencia, bajo grave o bajo leve según las cosas y las cir– cunstancias, hay que estar a lo que se haya determinado por los Sumos Pontífices, la Iglesia, los Superiores, et– cétera, etc. Pero éso no es toda la Regla, es sólo la parte absolutamente necesaria. La integridad de la Regla es eso y algo más. La totalidad es penetrar en su espíritu, en su perfección, en sus finalidades, en las intenciones del Fundador, en la tradición no interrumpida. El verdadero Fraile Menor no debe contentarse con conocer y observar lo estrictamente jurídico, obligato– rio; debe aspirar a la perfección del espíritu, a revestir– se de esa espiritualidad franciscana que el Fundador le ha puesto como medio de escalar el monte de la san– tidad... b) En la legislación entran también las Constitu– ciones y Ordenaciones de los Capítulos Generales, que son como notas distintivas de nuestra Reforma Capu– china. Esas son la,s normas de vida que nos han pues- (35) Sermón de S. Francisco, cf. ALBERTO A. BuLSANO, O. M. Cap., Expositio Regulae FF. MM., p. 20, Romae, 1932.