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CONF. XIV.-DB LA ESPIRITUALIDAD FRANCISCANA 207 Además de nuestros historiadores y cronistas gene– rales o parciales, oficiales o extraoficiales, debemos ser– virnos de la parte diplomática: Bulario de la Orden, Cons– tituciones, Ord,enaciones de los Capítulos Generales, Ana.– lecta Ordinis... Circulares de los Generales, etc., etc. En esas fuentes necesitamos beber el espíritu de la Reforma... Se conoce el espíritu de una Orden por su Fundador y por su historia.. , Leyendo lo nuestro, lo propio, es como se conocerá. Entre lo nuestro debemos leer lo mejor; y entre lo mejor, lo más auténtico; y entre lo más autén– tico, la más objetivo, lo más crítico. La piedad y el es– píritu no deben fundarse en fábulas, leyendas subjetivas, utopías fantásticas, poesías diletantes. LOS SANTOS. Otra de las fuentes para conocer la espiritualidad de la Orden es la santidad que en ella ha brillado; y, prineipa1mente, la santidad sancionada por la aprobación de la Iglesia. Por los frutos se conoce el ár– bol, y por los hijos podemos venir en conocimiento del Padre... Así como todos los cristianos que aspiran a la perfección se esfuerzan en seguir e imitar a Jesucristo, también todo Fraile Menor que desea santificarse, ade– más de procurar imitar a Jesucristo, pr.incipal y general modelo. de todos, se esfuerza en im.itar a su Fundador, dado a él por segundo modelo, por cabeza y jefe de esa gran colectividad... Por los Santos, Beatos y Venerables siervos de Dios, podemos venir en conocimiento de lo que es la espiritualidad franciscana. Son los frutos del árbol s'eráfico, cuya naturaleza y propiedades se mani– fiestan. En la Orden Seráfica encontramos una pléyade inmensa de todas las categorías y de todos los paí$es, Unos se santificaron en el estado humilde de Hermanos Legos, otros en el estado sacerdotal, ejercitando el apos-