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CONF. XIV.-DE LA ESPIRITUALIDAD FRANCISCANA 205 tas del Padre amado, s¡no también los que no visten su li– brea y aun los que militan fuera del campo católico. La vida de San Francisco es una epopeya que causa admira– ción a todos... Naturalmente, no todos los historiadores tienen el mismo valor, ni el juicio critico es del mismo mo– do objetivo... Para beber del agua pura hay que subir has– ta el manantial... El biógrafo más estimado y auténtico es, sin duda, Tomás de Celano, que escribió su Legerida pri– ma, parte como testigo ocular, parte según las relaciones orales de otros testigos de vista. Para la Legenda secun– da se sirvió de otros documentos escritos, como de Fray León, de F 1 r. Angel, de Fr. Rufino, autores de la Legenda Trium Sociorum; de Julián de Spira, San Buenaventu– ra, Bernardo de Bessa, el Anónimo Perusino y otras com– pilaciones antiguas como Speculum perfectionis, Actus B. Francisci et Sociorum eius (Florecillas), Sacrum Com– ·merlium cum Domina paupertate, etc. No hay duda de que éstos son los escritores de más importB:ncia para co– nocer el genuino espíritu de San Francisco. No nos de– tenemos a enumerar otros Cronistas de la Orden, como Mariano de Florencia, Marcos de Lisboa, Lucas Wad~ ding, Francisco Gonzaga, etc. También es conveniente tener en cuenta los escritores críticos modernos, como los Padres de Quaracchi y Arnaldo Fortini; J. Joergensen, P. Sabatier; este último, protestante, ver:ficó estudios muy importantes sobre San li.,rancisco, pero no interpretó rectamente su espíritu. e) Estudios especiales. Además de lo:::. biógrafos e historiadores de San Francisco y su Orden, se han hecho estudios especiales sobre la personlidad, espíritu, ense~ ñanzas e ideales de San Francisco, sobre el alma fran-