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CONF. !.-SOBRE LA SUPERIORIDAD 17 res y mandar a otros, huyan, a imitación de Cristo, de las dignidades; sin embargo, los que, como Aarón, sean por Dios llamados por medio de la santa obediencia, no sean pertinaces en rechazar el cargo que se les con– fiare" (8). 4. Los P AS'.rüRES DE ISRAEL En todos los pueblos existe más o menos el pastoreo, elemento importante para la vida de las naciones. La vida pastoril floreció de una manera especial en las re– giones del Oriente, poi· esto estaban al alcance de todos las nociones de pastor, de redil, de rebaño, de ovejas, de lobos, de pastos, etc. De aquí, por analogía, se usaron también estas pala– bras en un sentido social. Y la palabra pastores en el Antiguo Testamento se aplicaba también a los gober– nantes del pueblo escogido. Contra los malos gobernantes o pastores del pueblo de Dios se levantaban y clamaban los santos Profetas. Así, por ejemplo, Isaías en el capí– tulo 56 llama a los malos pastores, cabezas de Israel, perros rnud.os , incapaces de ladrar, soñadores qu,e se tum– ban, gustan de dormir y no avisan la venida del lobo (9). Superiores que me escucháis, ;,sois pastores diligen– tes, cuidadosos y vigilantes? ¿ O sois perros mudos que no hablan, es decir, que no exhortan, no predican, no instruyen, no mandan, no corrigen'. .. duermen... ? ¿Vie– nen los lobos, se llevan las ovejas, las hieren, etc.? ¿Viene el inimicus homo y siembra la cizaña, las hierbas mor– tíferas, las ideas perversas, las costumbres relajadas? ... Y el Profeta Jeremías, en nombre de Dios, apostrofa (8) Const., cap. VIII, n. 132-133. (9) Is., 56,11. 2

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