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CONF, XIV.-DE LA ESPIRITUALIDAD FRANCISCANA 20) Habrá para todos los gustos... Mas, ,Si investigamos pro– fundamente la filosofía del espíritu franciscano, quizá pudiéramos afirmar que la nota fundamental, la línea rnás saliente, el color más vivo, la característica predo– minante e& el amor. Este, explícita o implícitamente, se contiene en todas las manifestaciones del espíritu fran– ciscano. El franciscanismo lleva en sí vinculada la:filosofía del amor. Francisco es un alma enamorada, y su amor se transmite a sus instituciones y a sus hijos. Se le llama Serafín, y a sus fundaciones, Ordenes Seráficas. La po– breza, la humildad, la penitencia, la austeridad de vida, el amor a los pobres, la alegría, el apostolado, tienen por principal móvil el amor, y por término final amar. El afecto divino, la piedad seráfica corre por todas las vir– tudes, las anima a todas, les da un matiz seráfico. Ese matiz seráfico se encuentra también en la ciencia fran– ciscana, en el arte franciscano, en el apostolado francis– cano. El sello que distingue al franciscanismo es el amor. El espíritu franciscano es portador del amor... En la cien– cia y eri la mística predomina el corazón sobre la inteli– gencia. La concepción de la vi:da cristiana y religiosa va saturada de afecto paternal. Aun en 1a concepción de la naturaleza resplandece el amor. San Francisco conside– raba a Dios, Padre universal de todas las cosas, y a éstas, como hermanas todas de un miismo Padre celestial; por esto llama a todas las criaturas, hermanas. Hermano sol, hermana luna, hermano fuego, hermanas aves, etc. Y a todas. como hermanas, las invita a cantar las alabanzas del Padre común, en su hermosísimo Cántico de las Criatwras. "Sea alaba4o el Alt11simo por todas las cria– turas, por el sol que nos alumbTa, por el agua que nos alivia, por el fuego robusto que nos sostiene, por la tierra