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CONF, !.--SOBRE LA SUPERIORIDAD 15 de habilidad, etc. En algunas naciones, para ocupar pues– tos de responsabilidad y algunos cargos públicos, existen las pruebas que los psicólogos experimentales suelen lla– mar tests, usados por A. Binet (t 1911) y por su amigo Simón, para medir la rapidez de la inteligencia en varios individuos desde la infancia hasta la edad madura o adul– ta. Con las experiencias de los tests se forma una escala métrica según la cual se puede determinar el desarrollo o el retraso de la inteligencia. Hay tamibién otros métodos para medir la rapidez y la capacidad retentiva de la me– moria, etc. Estas y otras pruebas semejantes no se pueden hacer con los candidatos destinados a la superioridad. 3. ¿ CÓMO SE SUBE AL PODER? Son muchos y muy variados los modos de escalar la montaña del poder. Hay alpinistas muy hábiles que pe– iigrosamente trepan para subir a la cima de la montaña. Hay otros que violentamente y por la fuerza se apode– ran del mando. Dejemos las formas y medios ilegítimos de subir al poder que se verifican con frecuencia en las naciones civiles. Tampoco en el régimen eclesiástico faltaron hombres ambiciosos que subieron a ocupar los cargos por la si– monía o por intromisiones de los poderes temporales. La Iglesia sancionó graves penas contra los transgreso– res de las leyes dadas a este fin. Dejando esas negras historias civiles y eclesiásticas, ahora nos concretamos al modo de llegar a ser Superio– res en los Institutos Religiosos. La forma de conferir el poder a los candidatos se halla en la legislación. El