BCCCAP00000000000000000001102

mos sobre él, sobre Kokébadóu, que por qué había dejado a Nisch– kú, siendo así que él nos' mataría a todos, cuando más tarde se multiplicasen ellos. Los que se salvaron dentro de la balsa, se quedaron en la casa de Kokébadóu. Unos cuantos días les estuvo explicando el camino para marchar a su casa. Al otro día comenzó, a andar junto con Kokébadóu, pero le in– dicaba con señales fuese por la orilla, por toda la orilla de este río, hasta llegar a su casa. Durmió varios días en el camino. Al otro día comienza a andar junto con barí que se salvó. K0- kébadóu indicaba,, pero a la vez trabajaba, limpiaba el camino, en toda la orilla del río. Ese río era muy largo. Pasaban los días y las semanas, pasaba la noche, hambre y todo. Kokébadóu le dijo: «Hasta aquí te acompaño para siempre; vete solo y te indicaré el camino, seguirás en esta orientación, tomarás esta misma direc– ción, hasta llegar a tu casa». Y barí siguió su marcha, por el cami– no señalado; pero no estaba limpio el camino, sino que estaba su– cio. Vino el barí por el camino, bien feo y desastroso, venía sin machete, ni nada; venía por una trocha, como si no hubiera acer– tado con los montes y así andaba ese barí, hasta llegar a su casa. Cuando llegó a la casa de los barí, no había nadie: ni personas, ni nada; ni animales; todo el mundo estaba muerto, los reptiles, ani– males grandes, silvestres, aves de todas clases. A la vez, el que se vino de ahí donde sale el sol, se encontró como con dos o tres fa– milias que se habían salvado, los que se fueron hacia la montaña. Esas familias se unieron. El que vino de donde nace el sol llegó y les explicó todo lo que había pasado y cómo había amenazado a todos los Nischkú. Barí comentó el consejo de Kokébadóu a barí y entendieron todos. El que se vino junto con ellos y con sus fa– milias, comentaron a los demás barí, cómo se encontraron la casa: encharcada, bien fea, embarrada toda la casa, y estaba podrida, la casa se encontró como un barrizal. Allí se preocupó de comunicarlo. En ese tiempo, habían muerto todas sus familias, y como él se lo llevó hacia donde nace el sol, ese barí comentó sobre Kokébadóu; cómo Kokébadóu había amenazado a todos los Nischkú y a todas sus familias y se quedaron como tres o cuatro casas de familia de Nischkú, y así nos dice la leyenda, esa historia y así la contamos nosotros. 418

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz