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El día 20 de mayo de 1947 comienza la campaña aérea de paci– ficación con el lema «Dádivas quebrantan peñas» 26 • Por fin, el día 22 de julio de 1960 se logra el tan ansiado contacto definitivo, por heli– cóptero y por tierra, en territorio venezolano 27 • Desde aquel día los misioneros han tratado de lograr, de distintas Í01'mas, estar compartiendo con ellos su vida y sus afanes, en cons– tante proceso de integración cultural. Los propósitos siguen siendo los de abrirse a una nueva cultura, aunque sin dejarse absorber por ella 28 • 26. Para esta etapa, puede consultarse, principalmente, al iniciador de es-– ta campaña, C. de ARMELLADA, Los motilones..., 55-83. 27. Sobre este contacto definitivo existe abundante bibliografía. Presen– tamos alguna de ella en la que se narran directamente estos acontecimientos. A. de VILLAMAÑÁN, Los motilones. Descubierta nueva tribu, en Ven.Mis. 22 (1960) 225-229; In., Los misioneros capuchinos establecen contacto con los mo– tilones, en Ven.Mis. 22 (1960) 230-235; In., Primeros días de amistosa con– vivencia de los misioneMs en los bohíos motilones, en Ven.Mis. 22 (1960) 257- 261. 291-298. 321-327; Jo., Segunda entrada por tierra hasta los motilones, en Ven.Mis. 22 (1960) 358-364; Jo., Primeros contactos con los motilones de Lora y Rio de Oro, en Ven.Mis. 23 (1961) 79-83; In., Una expedición que pudo ser trágica, en Ven.Mis. 23 (1961) 246-249; P. de SANTELOS, Tres horas con los motilones. Los misioneros capuchinos pacifican por fin a los motilones, en Ven. Mis. 22 (1960) 262-264; R. de R.ENEDO, Llegamos por aire y por tierra a Pos "bravos motilones" y nos quedamos con ellos, en Ven.Mis. 22 (1960) 298-300; In., Pacificaci6n de los indígenas barí-motilones, en Ven.Mis. 42 (1980) 228-230. 233; El primer contacto pacífico con los motilones, en BIV. 8 (1963) 83-85; A. de ALCÁCER, El indio motilón..., 251 ss; In., Los barí..., 78 ss.; R. ]AULIN, La paz blanca..., 24-28; St. BEcKERMAN, a. c., 319. Conservo en mi poder, por atención de A. de Villamañán, una copia de los artículos que irán apareciendo en Ven.Mis. sobre Los barí cuentan su historia. En ellos se recogen las im– presiones de los barí sobre la pacificación definitiva. Hasta el momento de la publicación de nuestro estudio ha aparecido sólo el primero de ellos. en Ven. Mis. 41 (1980) 27-30; C. de ARMELLADA, Pulsación indigenista. Los Capuchinos entraron a la región de los motilones, en Ven.Mis. 42 (1980) 226-227. Para el contacto con los barf de Colombia, cf. B. ÜLSON, Far This Cross I'll Kill You. Carol Stream, III, Creation House 1973, 81-94; A. de VILLA· MAÑ.ÁN , Para la pacificación de los motilones en Colombia, en Ven.Mis. 23 (1961) 217-218; R. ]AVLIN, o. c., 85-109. 189 ss.; St. BECKERMAN, a. c., 321- 322. 28. Para este proceso lento, pero de respeto hacia la cultura barí, cf. A. SETIÉN PEÑA, Los motilones de ayet< y de hoy, en Ven.Mis. 33 (1971) 306-307. 376-378; fo., El pueblo barí y otros pueblos indígenas, en Ven.Mis. 42 (1980) 234-236; G. ALVAREZ LóPEZ, ¿Educar o civilizar? (Problemas del actual sistema de educación en los sectores indígenas), en NM. 75 (1977) 188-190; In., Bogsí: una comunidad indígena hoy, en NM. 68 (1976) 109-111; 'fo., Una comunidad indígena. boy (Análisis de un modelo comunitario), en NM. 85 (1979) 66-70; ID., Barí-motilones: Veinte aí'íos de contacto, en Ven.Mis. 42 (1980) 242-248. 37

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