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4.º 1818-1913: La Guerra de la Independencia, iniciada en 1810, alcanza el área barí. El 28 de febrero de 1813 son derrotados los ejércitos realistas por los republicanos; las poblaciones son saqueadas. En 1818 se abandonan las misiones existentes. En 1821 logra Mara– caibo la independencia definitiva de la metrópoli española y los misio– neros se ven forzados a abandonar las misiones y a volver a su patria. Con la salida de los capuchinos, los indígenas se dispersan y regresan a la selva, perdiendo gran parte del territorio que ocupaban antes de la primera pacificación. El proceso de aculturación se paraliza, es com– pletamente abandonado, reasumiendo su vida primitiva y original. A excepción de algunos ataques e incursiones esporádicas por tierra, se produce un corte tajante en el contacto con ellos 24 . 5.º 1913-1960: El descubrimiento de yacimientos petrolíferos hace entrar de nuevo en relaciones de hostilidad entre civilizados y el pueblo barí. Se invade gran parte de su territorio y comienza a disminuir su habitat y población de forma dramática. La exploración y subsiguiente explotación industrial de sus terrenos por las Compañías petrolíferas, la construcción del Oleoducto, el Ferrocarril de Encontrados a Cúcuta y carreteras, así como otras instalaciones, como la entrada de los ha– cendados, hacen de este período una época triste, de clásica guerrilla en la que van disminuyendo paulatinamente el área barí y su pobla– ción 25 • 6.° 1960-hasta nuestros días: El 25 de mayo de 1943 se erige canónicamente el Vicariato Apostólico de Machiques, entregado a los PP. Capuchinos de Castilla (España). Una de sus primeras intenciones fue la de adentrarse en territorio cercano al barí, como sitio de avan– zadilla. Así, el 2 de octubre de 1946 fundan el Centro Misional Los Angeles del Tukuku con la finalidad de atender a los indígenas yukpa, al mismo tiempo que vivir en las inmediaciones del territorio barí con el objeto de preparar la campaña para acercarse a ellos definitivamente. 24. Para darse cuenta de lo que supuso el abandono de las reducciones barí y la situación de los misioneros en este período, cf. A. de ALCÁCER, El indio motilón..., 229 ss.; ID., En la Sierra de los Motilones ..., 77 ss.; B. de CARROCERA, a. c., 206 ss.; St. BECKERMAN, a. c., 302-304. 25. Para este período pueden consultarse de modo especial: A. de AL– CÁCER, El indio motilón..., 28; A. de VrLLAMAÑÁN, ¿Los motilones invaden o son: invadidos?, en Ven.Mis. 2.3 (1961) 276-277; A. R. PoNS-ÜTROS, 11. c., 17 ss.; St. BECKERMAN, a. c., 304-319. 36

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