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fría y no pudieron cohabitar con ella. Estaba muy fría. Entonces, desani– mados fueron a visitar a los zamuros blancos ("Bachirugdú"). Vivían en casitas muy bonitas. También vieron las de los zamuros negros ("Bagchí– ba"), El papá de zamuro blanco les ofreció a sus hijas, que eran muy bonitas, para que se acostasen con ellas. Los barí disfrutaron mucho de ellas. En cada chinchorro se metían tres con cada barí. Una a cada lado y otra encima. Se juntaron con todas y quedaron varios días allí. Con las muchachas del zamuro negro apenas se juntaron, porque estaban he– diondas. Zamuro blanco les pidió que fuesen de cacería y trajesen co– mida para todos. Los barí tenían arcos más grandes y los zamuros chi– quitos. Por lo que aquéllos cazaron más abundantemente. Trajeron mu– cha cacería. Había toda clase de animales y muchas pavas. Y trajeron mucha cacería. Regalaron mucha de ella a los zamuros blancos y volvie– ron a juntarse con sus hijas. El zamuro regaló también a los barí caña brava y semillas de toda clase. Y la trajeron a la tierra. La luna, mientras, seguía estando más celosa porque no habían coha– bitado con ella, siendo así que lo hacían con las hijas de los zamuros blancos. Los barí subieron otras muchas veces a la luna y repitieron la es– cena. Intentaron juntarse con ella, pero no pudieron; estaba muy fría. Y, en cambio, lo hacían con las hijas del zamuro blanco. La luna estaba muy •enfadada porque la rechazaban a ella. Cuando pasaron varios días, los bar.í comenzaron a menear los be– jucos para avisar a sus mujeres que ya volvían, Echaron todo lo que les liabía regalado el zamuro blanco y los restos de carne ahumada de la cacería. Los que eran pequeños, al pasar por la r-egión del viento fuerte ("Kokdá Sabá") éste los arrastraba, perdiéndose en el monte. Los que eran más grandes cayeron cerca, donde aguardaban las mujeres de los barí que habían subido a la luna. Después, bajaron ellos de nuevo a la tierra. Pero un día, cuando la luna estaba muy celosa, se enfadó y cortó los bejucos por envidia. Y, desde entonces, los barí ya no suben más a la luna. Si no hubiese pasado aquello, los barí podríamos subir a la luna por los bejucos que ésta hada crecer desde allí arriba, donde vivía ella» 240. 240. Puede verse un relato paralelo al recogido por nosotros en A. de V1- LLAMAÑÁN, Cosmovisión ..., 8-9. En los mitos de transformación vimos cómo dos barí que subieron a la luna fueron convertidos por Sabaseba en ardita («Kariká») y pajarito («Tainbiribí»). Otra relación recogida de labios de Akai– ragdóu, en la que se dan nombres concretos de personajes que subieron a la luna (Yogbaságda y Nakendóu) y lugares precisos (cerca del río Dág'da), pue– de verse en A. de V1LLAMAÑÁN, .Misión y antropologia. Origen de los hombres y cosas del otro mundo ..., 270-271. 267
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