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LA SALVACION RELIGIOSA En el centro de la relación del hombre con el Misterio está la salvación. El hombre, al darse cuenta de su situación de carencia: «pecado», etc., y de que no puede salir de ella por sus propios medios, la espera como un don gratuito. La salvación tiene un elemento negativo: liberación de la condición humana, y otro positivo: comunicación con el Misterio. En las religiones supe– riores está más espiritualizada. Históricamente se manifiesta en formas va– riadísimas. La salvación religiosa difiere de las salvaciones humanas en que su acción liberadora se extiende a todos los ámbitos de la personalidad y es definitiva e irreversible, va más allá de la misma muerte y aunque es gratuita y no puede realizarse en el aquí y ahora del tiempo histórico, exige cooperación por parte del hombre. La lleva a cabo la divinidad por sí misma o mediante dioses inferiores: Demiurgos. Las formas de expresión dependen de las culturas. Su orientación constante está dirigida a la recuperación del orden original perdido. El hombre no puede alcanzarlo por sí solo y busca entonces ayuda de algún ser sobrenatural mediante el sacificio por el cual participa de la salvación, uniéndose al proceso vital del universo. Para el Budismo el fundamento de la liberación del hombre está en las cuatro nobles verdades desarrolladas por Buda en el sermón de Benarés, que llevan a la destrucción del dolor y conducen a la felicidad del nirvana. El Islam pretende asegurar la felicidad en este mundo y en el otro. En su primera etapa tiene una gran importancia la escatologí_a, pero su objetivo principal es más bien un mensaje de justicia social. En la segunda se presenta como una obra gratuita de Dios a la que el hombre debe cooperar cumpliendo los cinco preceptos fundamentales del Islam. Posteriormente, la tradición com– plementaria en el Corán la teología de la salvación. Al igual que en el Judaísmo, en el Cristianismo, la salvación se encuentra en el centro de su concepción sobre Dios y el hombre. Se inicia con la historia humana y se confirma en el AT. A partir de aquí, para el cristianismo, se plenifica en Jesús que es el SALVADOR. Es de contenido espiritual y gratuitz, vero compromete al hombre en toda su totalidad y para conseguirla, él debe liberarse de todo lo que es pecado. 83